Hay un pueblo en EE. UU. donde la tienda de comestibles está en una zona horaria y la oficina de correos al otro lado de la calle en otra. Una isla remota dividida entre dos naciones tiene vecinos que celebran la Nochevieja con una diferencia de 24 horas. Las zonas horarias, uno pensaría, deberían seguir una lógica, quizás incluso líneas ordenadas. Pero la verdad es que: a menudo no lo hacen. Algunas de las fronteras del mundo complican el reloj, y es realmente confuso.

Información rápida: Algunas de las fronteras de zonas horarias más extrañas del mundo existen por política, historia y preferencias locales obstinadas. Esto significa que vecinos pueden vivir a minutos de distancia pero estar horas desfasados en el reloj.

Por qué las zonas horarias se volvieron raras en primer lugar

Las zonas horarias originalmente estaban destinadas a facilitar la vida. Surgieron de la necesidad de estandarizar el tiempo para los trenes. Antes de eso, cada ciudad mantenía su propio “hora local” basada en el sol. Eso está bien si vas caminando al trabajo, pero no tanto si manejas un ferrocarril.

Pero incluso después de que se introdujeron las zonas horarias, no estaban grabadas en piedra. Los países e incluso los pueblos las ajustaron por conveniencia, política o razones culturales. Con el tiempo, esto llevó a solapamientos extraños y grandes brechas justo en las fronteras.

Lugares donde el reloj no tiene sentido

Algunas fronteras son más confusas que otras. Ya sea por desfases de media hora o diferencias de un día completo, estos lugares dejan a los viajeros rascándose la cabeza.

  • Kiribati y la Línea Internacional de Fecha: El país de Kiribati se extiende por una zona tan amplia que decidió mover la línea de fecha solo para sí mismo. Una parte del país está 14 horas adelante de UTC, convirtiéndolo en uno de los primeros lugares en recibir un nuevo día, aunque no esté geográficamente en el extremo este.
  • India y Nepal: India usa un horario único: UTC+5:30. Nepal fue un paso más allá y ajustó su reloj a UTC+5:45. Esa diferencia de 15 minutos en la frontera es suficiente para complicar a cualquiera que intente programar una llamada o tomar un tren.
  • China y Afganistán: China usa solo una zona horaria, la Hora de Beijing, aunque el país abarca cinco. Eso significa que en el extremo oeste de China, el sol puede salir a las 10 a.m. Mientras tanto, Afganistán, al lado, usa UTC+4:30, creando un salto de tiempo enorme en la frontera.
  • Corea del Norte y Corea del Sur: Corea del Norte ha cambiado varias veces su zona horaria para marcar diferencias políticas. En un momento, estaba 30 minutos detrás de Corea del Sur. En 2018, volvieron a sincronizarse, pero el cambio no fue por lógica, sino por simbolismo.
  • Arizona y la Nación Navajo, EE. UU.: Arizona no observa el horario de verano. Pero la Nación Navajo dentro de él sí. Luego está la Reserva Hopi dentro de la Nación Navajo que sigue el horario de Arizona. Eso son tres zonas horarias apiladas una dentro de otra sin salir del estado.

Cruzar la calle, perder una hora

La confusión con las zonas horarias no está solo al otro lado del mundo. A menudo está justo en los vecindarios de la gente. Un gran ejemplo es el pueblo de Kenton, Oklahoma. A solo unos kilómetros está Nuevo México, que sí observa el horario de verano. Kenton no. En verano, podrías conducir diez minutos y llegar una hora antes o después, dependiendo de la dirección.

En la pequeña ciudad de Lloydminster, que está justo en la frontera entre Alberta y Saskatchewan, Canadá, las cosas se vuelven aún más extrañas. Saskatchewan no hace horario de verano, Alberta sí, pero Lloydminster decidió mantenerse unificado siguiendo el horario de Alberta todo el año. Eso significa que el resto de Saskatchewan está una hora desfasada la mitad del año, aunque compartan un nombre de provincia en el mapa.

El costo humano de un reloj que no para de moverse

Las confusas zonas horarias no son solo una curiosidad trivial. Pueden causar dolores de cabeza reales. Para las personas que viven cerca de las fronteras, programar citas médicas, turnos de trabajo o recoger a los niños en la escuela puede convertirse en un rompecabezas diario. Algunos incluso ponen dos relojes: uno para la hora local y otro para la “hora real” justo al otro lado de la ciudad.

Las empresas también se ven atrapadas en el caos. Un repartidor que cruza una frontera horaria podría perder de repente una hora de su jornada laboral. O peor aún, perder una reunión llegando “a tiempo” con su reloj pero tarde para alguien más.

Cuando el mapa pelea contra el reloj

El tiempo debía ser una herramienta ordenada para mantener nuestros días funcionando sin problemas. Pero gracias a la política, el orgullo y la geografía, algunas fronteras hacen que el tiempo sea todo menos simple. Ya sea un ajuste de media hora o un salto de 24 horas, el reloj no siempre juega bien con el mapa. Y para las personas que viven en estos lugares, la simple pregunta “¿Qué hora es?” puede tener más de una respuesta.