Levantas la vista de tu teléfono y una hora ha pasado. Pasas un fin de semana con amigos y parece que han sido cinco minutos. Pero espera en una parada de autobús sin nada que hacer, y el tiempo se arrastra. Es el mismo reloj. Pero ¿el sentimiento? Totalmente diferente. Esa es la cosa extraña del tiempo. Tu cerebro no solo lo cuenta. Lo experimenta.

Información principal: El tiempo parece más rápido cuando estás ocupado y más lento cuando estás aburrido porque tu cerebro mide el tiempo a través de la atención y la memoria, no de segundos reales.

Tu cerebro es un reloj de pulsera terrible

Creemos que el tiempo es constante. Sesenta segundos son siempre sesenta segundos. Pero ¿cómo sentimos que pasa el tiempo? Eso cambia constantemente. Tu cerebro no tiene un temporizador incorporado. En cambio, juzga el tiempo en función de lo que está sucediendo y de qué tan concentrado estás.

Por eso, dos personas en la misma reunión pueden sentir completamente diferente cuánto tiempo duró. Una está muy interesada. La otra mira el reloj cada tres minutos.

La diversión inunda tu atención

Cuando te estás divirtiendo, tu atención está completa. No estás mirando la hora. Estás inmerso. Enfocado. Tu cerebro no está siguiendo el reloj. Está procesando acción, emoción, sorpresa, movimiento y sonido.

Esto usa mucha energía cerebral, y esa avalancha de estímulos ahoga tu sentido del paso del tiempo. Miras hacia atrás y piensas: “¿Cómo ya se terminó?”

El aburrimiento ralentiza todo

Cuando estás aburrido, sucede lo contrario. Hay poco con qué involucrarse. Tu cerebro tiene espacio para notar que pasa el tiempo. Los segundos parecen más largos porque los estás viendo pasar. Por eso, las salas de espera parecen interminables y los ascensores silenciosos se estiran para siempre.

Esa sensación de que el tiempo se arrastra no tiene que ver con la situación en sí. Es sobre cuánto poco se le pide a tu mente que haga.

La memoria también juega una mala pasada

Hay una diferencia entre cómo experimentamos el tiempo en el momento y cómo lo recordamos después. En el momento, la diversión pasa volando. Pero después, se siente rica y llena porque has creado muchos recuerdos nuevos.

Los períodos aburridos parecen largos cuando estás en ellos, pero luego se desvanecen en un borrón. La memoria los comprime. Por eso, algunos días parecen largos y sin eventos, pero toda la semana parece que desapareció.

Por qué la novedad alarga el tiempo

Las experiencias nuevas ralentizan tu percepción del tiempo, tanto durante como después. Tu cerebro tiene que trabajar más para procesar la información nueva. Esto hace que el momento se sienta más largo y llena tu memoria de detalles.

Por eso, los días de viaje parecen más largos que los días en casa. Incluso los viajes cortos parecen que sucedió más. Viste, sentiste y hiciste más. Tu cerebro notó más. Eso crea la sensación de un tiempo extendido.

Qué acelera o ralentiza el tiempo

  • El enfoque profundo hace que el tiempo parezca rápido en el momento
  • La rutina y la repetición comprimen la memoria posteriormente
  • El aburrimiento estira el tiempo mientras sucede
  • La novedad ralentiza el tiempo y se queda en la memoria
  • El estrés, la fatiga o las distracciones distorsionan ambos extremos de la percepción del tiempo

No es solo lo que haces. Es qué tan involucrado está tu cerebro mientras lo haces. Y cuánto de eso se guarda cuando miras hacia atrás.

Puedes cambiar tu percepción del tiempo

No necesitas una vida llena de paracaidismo para que el tiempo parezca más largo. Solo romper el patrón ayuda. Toma una ruta diferente al trabajo. Come algo nuevo. Da un paseo corto sin tu teléfono. Incluso pequeños cambios pueden crear momentos más ricos y ralentizar la prisa.

Por otro lado, si la vida parece demasiado rápida, puede significar que no estás notando lo suficiente. Reducir la velocidad, incluso brevemente, puede extender el día en formas pequeñas pero significativas.

El tiempo avanza a una velocidad, pero nosotros no

El tiempo en sí no acelera ni desacelera. Pero nuestra experiencia de él sí. El cerebro funciona como un narrador. Algunos capítulos tienen páginas de detalles. Otros se saltan por completo. El truco es encontrar formas de mantenerse presente en más de ellos.

Así que la próxima vez que el día pase volando o se arrastre para siempre, sabe que no es el reloj jugando trucos. Es solo tu mente, haciendo lo que siempre hace. Midiendo la vida por cómo se siente, no solo por cómo tictaquea.